La incertidumbre es uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan las empresas en 2021, más allá del COVID.
El impacto en el tejido empresarial de la crisis ocasionada por la Covid-19 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las empresas españolas ante la existencia de amenazas que, como se ha visto, pueden llegar a paralizar la actividad de los negocios.
La incertidumbre, principal riesgo empresarial

Sin duda, el principal riesgo es la incertidumbre. Ya no solo por los efectos en la economía de la Covid-19, sino también por la evolución de la relación entre EE.UU. y China, el Brexit y las diferentes tensiones entre países.
Además, las amenazas digitales y el cambio climático son dos aspectos a tener en cuenta.
Según el informe Risk in Focus 2021, elaborado porAuditores Internos de Europa, señala que cerca del 80% de los directivos encuestados apunta hacia la ciberseguridad y la protección de datos como el principal riesgo tanto en 2021 como en años venideros.
El temor ha surgido ante el gran aumento del improvisado teletrabajo en las empresas de todo el mundo que las hace más vulnerables a todo tipo de ciberataques (ransomware, phishing).
Se considera recomendable realizar una correcta gestión de los activos tecnológicos y sus vulnerabilidades y contar con ciberseguros ante posibles fallos o el robo de datos.
Esto implica realizar una constante vigilancia para la identificación de posibles nuevas amenazas.
La digitalización y las tecnologías emergentes es otro de los riesgos señalados por los empresarios de todos los sectores.
La falta de capacidad de adaptación a este reto inminente y la necesidad de adoptar nuevos modelos de negocio y/o estrategias que mejoren su posición en el mercado están poniendo en riesgo su supervivencia en el nuevo escenario marcado por las restricciones.
La pandemia ha causado la mayor caída anual de emisiones de carbono de la historia en términos absolutos. La esperada recuperación económica en 2021 podría conducir a un aumento de estas emisiones. Pero las empresas tendrán que compaginar sus expectativas comerciales con un nuevo enfoque comprometido con la sostenibilidad de sus actividades y estrategias para el futuro.
El riesgo para las empresas, de nuevo, vendría de la falta de adaptación a esta nueva realidad y el no cumplimiento de las expectativas de los consumidores.
Además, las empresas que salgan de la recesión sin un plan claro y un compromiso con la sostenibilidad ambiental ponen en riesgo sus posibilidades de financiación a largo plazo y pueden sufrir el castigo de los inversores, cada vez más atentos a los planes de las empresas para reducir al máximo el riesgo medioambiental.
Riesgos a nivel político
Y a nivel político, el Brexit en Europa y las tensiones entre países a nivel global contribuirán a incrementar las disputas comerciales, los aranceles… que sin duda tendrán un efecto en las cuentas de muchas empresas y en las cadenas de suministro.
Para hacer frente a estos riesgos, es fundamental contar con Planes de Contingencia y Seguridad que garanticen la continuidad en este nuevo escenario marcado por la incertidumbre.
Se trata de poner en marcha estrategias y mecanismos que ante una contingencia grave logren minimizar sus efectos, de manera que no supongan una interrupción inmediata de la actividad sino que permitan, en la medida de lo posible, seguir respondiendo ante la demanda de productos o servicios.
Además es clave poner el foco en la gestión de riesgos. El objetivo es desarrollar la resiliencia de la empresa y que pueda hacer frente al futuro con garantías. ¿Cómo?
Ya hemos nombrado la importancia de los planes de contingencia. Esos planes deben ser una herramienta para anticipar desafíos y encontrar soluciones.
A ello hay que sumar la necesidad de auditorías internas con una visión de futuro, proactivas y que tengan en cuenta no solo consideraciones operacionales, sino también tendencias en la estrategia y factores externos que pueden justificar cambios en la organización.
Y por supuesto, contar con un buen asesoramiento de riesgo, que le permita medir los impactos, desarrollar proyectos sólidos y que aporte el apoyo necesario en la toma de las decisiones para que la empresa pueda hacer frente a las amenazas, ayudándole a prosperar con la máxima seguridad y confianza.